Puede que la vida rutinaria sea insoportable para ti, pero no para tu perro. Se trata de animales que no solo adoran la rutina, sino que la necesitan. Nuestra mascota disfruta con una estabilidad que pueda reconocer e identificar, unas costumbres fijas son muy positivas en su tranquilidad y equilibrio. Comer a la misma hora, pasear a la misma hora. Probablemente te has dado cuenta de que reclama su platito de comida como si tuviera un reloj interno. También estará ansioso cuando te ve llegar a casa porque sabe y presiente que es su hora de paseo o juego.
Necesita estos hábitos, necesita saber cuándo tiene que comer, jugar, pasear y descansar. Un perro equilibrado y feliz debe llevar una vida organizada y rutinaria.
No poder aportarle esto podría dar como resultado una mascota inquieta, estresada, que se altera con facilidad y cuyo estado anímico es impredecible. Un día es un día, si en una ocasión has salido tarde del trabajo y no has llegado a la hora habitual para el paseo, encontrarás a tu perro más nervioso y frustrado de lo normal, pero se trataría de algo puntual. El problema es que el desorden sea la tónica general. En ese caso deberías buscar ayuda para poder aportar a tu perro unos horarios básicos. A lo mejor un amigo le puede sacar a pasear o darle de comer “a su hora” cuando tienes que retrasarte algún día. Es vital conocer sus necesidades y prevenir situaciones que le causan estrés y ansiedad para ayudar a su bienestar.
Ciertamente la rutina le reporta paz, sosiego y si necesitas un apoyo puntual te recomendamos recurrir a remedios naturales como MOOIZA Zen con efecto calmante y tranquilizante para aportarle un extra de relax cuando lo necesitáis. Porque un perro relajado y sin miedos es el mejor compañero de vida. Él confía y cuenta con nosotros, demostrarle que puede hacerlo es el mejor regalo que puede recibir.